Grooming. Consejos para cuidar a los chicos.

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Grooming Argentina y Twitter crearon la primera guía de América Latina sobre una amenaza de la que hay que hablar.

En nuestro país el grooming es penado por la ley y suele ser la antesala de otros delitos como el abuso y la explotación sexual. La legislación argentina lo incluyó como delito en el 2013, por medio de la ley 26.904, que incorporó el grooming como delito en el artículo 131 del Código Penal…

Lo primero que hace el acosador es ganarse la confianza del menor, estableciendo un vínculo emocional para disminuir sus inhibiciones. Luego propicia un encuentro personal en el mundo físico, o bien, en la mayoría de los casos, obtiene material de contenido sexual de parte de la víctima.

Adolescente con celular

Según la ONG Grooming Argentina el proceso que sigue el acosador pasa por diferentes etapas diferentes, a saber.

  • Etapa de enganche. Con el objetivo de ganarse confianza y establecer un vínculo de amistad, en esta etapa el acosador se acerca al niño, niña o adolescente generalmente falseando su identidad o edad, en una conversación donde prevalece el intercambio de gustos, preferencias e intereses.
  • Etapa de fidelización. En esta etapa, el acosador, ya con conocimiento de los gustos e intereses de su futura víctima, profundiza la relación obteniendo más datos personales. En esta instancia intentará mantener cautiva la atención para fidelizar el vínculo por medio del intercambio de secretos, confidencias y promesas.
  • Etapa de seducción. Aquí el acosador seduce y sexualiza la conversación, a través de preguntas y relatos para generar en los chicos compromiso y dependencia emocional.
  • Etapa de acoso sexual. En esta etapa se manifiesta una agresión sexual implícita o explícita, donde el acosador manipula a la víctima a través de solicitud de imágenes, videos íntimos o le propone un encuentro personal. Si los menores no acceden a sus requerimientos, el malviviente ejercerá distintas formas de violencia sobre ellos como chantaje, extorsión o amenazas.

Otro punto importante es que todo este proceso puede llevar días, semanas, meses o incluso años hasta transformarse en una nueva forma de abuso sexual.

Frente a este escenario, Twitter y Grooming Argentina comparten cinco consejos para proteger a los chicos y adolescentes con el objetivo de evitar que sean víctimas de un delito que se cuenta entre los más traumáticos que pueden experimentar.

  • Dialogar abiertamente. Es esencial que los adultos a cargo de chicos y adolescentes mantengan una comunicación constante que invite a la reflexión y confianza. Deben brindarles información clara, concreta y adecuada.
  • Involucrarse y acompañar en el proceso. Es importante enseñarles a los chicos cómo deben usar las plataformas digitales, y los riesgos que puede ocasionar interactuar con desconocidos.
  • Brindar consejos y herramientas. Es menester resaltar que no deben compartir información personal ni aceptar solicitudes o leer mensajes de personas que no conocen. Es fundamental que comprendan la importancia de cuidar su privacidad e intimidad.
  • Acercarse a las plataformas que usan y educar con el ejemplo. Hay que conocer las plataformas digitales y utilizarlas. De primera mano es la mejor y más eficiente forma de saber las tendencias y el tipo de conversaciones que están vigentes para los chicos y adolescentes.
  • Apoyo constante. Hay que reforzar la idea en los chicos sobre la importancia de pedir ayuda ante la más mínima amenaza o peligro que surja en Internet. Además, es fundamental que tanto adultos como menores denuncien este tipo de situaciones, aunque les ocurran a otros chicos.

Estos tips surgieron como resultado de la creación de la primera Guía de Grooming de Latinoamérica que realizaron, en forma conjunta, Twitter y la ONG. Puede accederse online y está, por supuesto, en español.

Antes de concluir Hernán Navarro, fundador de Grooming Argentina, agrega que esta primera guía de América latina tiene como eje central brindar información certera a las comunidades y familias que no conocen del tema o no tienen acceso a este tipo de información. “Es una herramienta clave, si tenemos en cuenta que en la Argentina seis de cada diez niños, niñas y adolescentes hablan con personas desconocidas en Internet”.

Fuente: Diario La Nación

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Del uso desmedido a la adicción.

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La búsqueda desesperada de likes y la inversión de horas para mirar fotos, historias, videos y transmisiones en vivo pueden transformarse en conductas patológicas.


Es una escena cotidiana, mil veces repetida: el o la adolescente mirando fijamente la pantalla del celular, parpadeando apenas, por horas. Es un signo de época, sí. Pero también puede convertirse en una adicción, igual que las adicciones a sustancias, en este caso a comportamientos. La Asociación de Psiquiatría de Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud ya tipificaron como adicción a la dependencia patológica de los videojuegos. ¿Y las redes sociales? ¿También pueden generarla?

“Hago una distinción entre uso excesivo dependiente y la adicción -explica Laura Jurkowsky, psicóloga y directora de Reconectarse.- Hay casos de adicción, pero no son muchos, y para que existan debe haber un comportamiento compulsivo, buscando algún tipo de satisfacción inmediata [los likes]. Y ahí aparece otro indicador, la tolerancia: la necesidad de estar más tiempo conectado para poder obtener lo que en un primer momento se obtenía en menor tiempo, al igual de lo que ocurre con la bebida o el juego. Y finalmente debe aparecer el síndrome de abstinencia, que es cuando al no poder realizar el comportamiento, se sienten altos montos de malestar, irritabilidad o agresividad”.

En el país no existen estadísticas oficiales actualizadas sobre qué redes sociales utiliza la generación de hasta 25 años. El último trabajo del Sistema de Información Cultural de la Argentina (Sinca) es de 2017 y debía repetirse en 2021, pero no se hizo a causa de la pandemia.

Más del 30% usa entre 3 y 4 redes y las favoritas son Instagram (por lejos, con el 61%), Tik Tok (26%), Twitter (23%), Pinterest (21%) y Facebook (21%). Cifras de 2020. Eneique Carrier

Redes preferidas

Cuándo es demasiado

Germán Beneditto, psicólogo clínico especialista en tecnoadicciones, plantea que lo que abunda es un uso excesivo, pero dice que no se atrevería a hablar de adicción. “Con la pandemia y la necesidad de conectarnos online con el estudio o el trabajo existe una aceptación social del uso del móvil y las redes”.

Al respecto, Jurkovski aporta: “Hay un uso dependiente si empiezan a producirse conflictos en otra área, por ejemplo, si bajan las calificaciones en la escuela, si se desconectan de sus amigos, si todo gira en torno del celular o si se convierte en el único interés. La irrupción del coronavirus acrecentó la problemática de algunos chicos que ya tenían dificultades para relacionarse socialmente. Algunos se quedan hasta muy tarde y al día siguiente no se pueden levantar porque no tienen ninguna otra motivación ni deseo de hacer otra actividad o de salir. Hubo casos en los que costó mucho que regresaran a la escuela”

El director de Fundación Manantiales, Pablo Rossi, advierte que cada año se registra un incremento en las consultas…Aproximadamente el 30% de quienes atendemos sufre adicción a la tecnología. El contexto de cuarentena ha facilitado la hiperconectividad en todas las edades, pero debemos estar atentos a las consecuencias pospandemia que pueda generar esta situación”.

Las redes sociales no sólo permiten la ilusión de la omnipresencia e hiperconectividad sino que también ponen en juego el tema real – irreal. “Los filtros y los accesorios cosméticos permiten acercarse al ideal de belleza, de cómo nos gustaría mostrarnos, cómo nos gustaría que nos miren, a menudo buscando la mayor aceptación posible, de una manera compensatoria de las propias inseguridades. Y es un círculo vicioso: lo que se muestra es perfecto, lo mejor. Eso genera muchísima frustración e inseguridad en quienes tratan de acercarse a ese ideal que propone otro, que tampoco es real. Uno ve muchos influencers en la red y piensa que llevan una vida idílica y, sin embargo, lejos están de tenerla”.

El experto precisa que Instagram y Tik Tok son las que producen más dependencia y avisa que el uso desmedido provoca otros efectos negativos, desde problemas posturales hasta síndromes como el denominado Fomo (fear of missing out), es decir, el temor a dejar pasar algo que sucede en el mundo de las redes.

La repercusión de las propias publicaciones abre un capítulo complejo. “Se desesperan si las fotos que suben a Instagram no consiguen suficientes likes. Querer agradar a nuestros pares es algo normal, pero buscar desesperadamente la aprobación de otros puede convertirse en una adicción donde se evidencia una baja autoestima”.

Sobre la edad más conveniente para entregar el primer celular a un hijo la mayoría de los expertos coinciden que es durante el último año de la primaria, a los 12 años y siempre hay que acompañarlos para evitar no solo el potencial adictivo sino el mal uso, como el acceso a contenidos no adecuados, sexting o cyberbulling.
El celular no debería prohibirse en el aula, sino incorporarse en las materias curriculares. Hay escuelas que lo utilizan como herramienta educativa. No está bien un uso sin contenido académico, que debería limitarse o prohibirse.

Algunas recomendaciones: el diálogo familiar y hasta dieta digital.

Los especialistas recomiendan que los chicos no se lleven sus celulares a las habitaciones, dejar un lugar reservado en la casa para recargar los aparatos, establecer momentos en que nadie los use y hasta desconectar el router para que no haya acceso a internet.

Fuente: La Nación

Leer la nota del diario: Del uso desmedido a la adicción. Cuándo debe preocuparnos la dependencia de las redes sociales

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Sobre clases virtuales. Usos y abusos

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En confinamiento releo un artículo publicado hace un mes en Infobae, escrito por Laura Lewin. Me pareció muy interesante, por eso deseo compartirlo en mi blog.

Otra vez, muchos chicos sin poder ir a la escuela, o concurriendo por burbujas teniendo que seguir muchas de sus clases en forma virtual.

¿Quiénes padecen las clases virtuales?

– Obviamente, quienes se quedan fuera del sistema por no tener conectividad o dispositivos móviles.

– Aquellos alumnos que no han podido desarrollar su auto-regulación y son muy dependientes del docente.

– Aquellos alumnos que tienen altos niveles de estrés o cuestiones emocionales y, por lo tanto, problemas de conducta.

– Aquellos alumnos que no disponen de estrategias de aprendizaje o alguien que los acompañe en sus trayectorias.

– Los que ya tenían problemas de desempeño en la clase presencial.

– Aquellos alumnos que con poca auto-estima o auto-confianza.

– Aquellos alumnos de edades tempranas cuyos padres no pueden acompañarlos o descalifican el trabajo virtual.

Tristemente, muchos docentes ven como sus alumnos apagan micrófonos y pantallas para prestarle atención a cualquier otra cosa, menos a ellos. Y tal vez esta actitud sirva para darnos cuenta que los docentes no son una máquina que despacha contenido, sino que tienen que lograr involucrar a sus alumnos cognitiva y emocionalmente para que puedan aprender. Debemos lograr que quieran escuchar al docente, no que deban escuchar al docente.

Un alumno involucrado es el que:

– hace preguntas.

– se involucra en los debates.

– pide ayuda cuando la necesitan.

– muestra curiosidad.

Claramente, las oportunidades de aprendizaje se desvanecen cuando los alumnos están aburridos. ¿Esto significa que las clases deben ser divertidas? No, pero sí interesantes.

Un prolongado uso de las videoconferencias puede dejar a los chicos con dolor de cabeza, de espalda, ojos irritados, además de agotados cognitiva y emocionalmente, entre otras manifestaciones.

Cuando los chicos no tienen un lugar propio en donde llevar a cabo la reunión de Zoom o Meet, están también pendiente de todo lo que pasa a su alrededor, generando una mayor distracción, lo que naturalmente, a la larga, cansa.

En el aula los chicos tienen una visión periférica de todo lo que pasa en ese espacio, y por lo general, se centran en la persona que está hablando. Por otro lado, si se perdieron de algo, pueden susurrarle al compañero más cercano, cosa que no se puede hacer en una videoconferencia. En la clase virtual, hay todo un medio que no nos es natural: el tamaño de las caras, el contacto visual con todos al mismo tiempo, y además sentirnos observados. Y como si esto fuese poco, el estar mirándonos a nosotros mismos nos implica un esfuerzo mental grande. Una buena opción para liberar a los chicos de su propia mirada es la de activar la opción de “ocultar vista propia”, lo que los ayudaría a estar menos pendientes de ellos mismos e interactuar más. Por otro lado, una buena manera de ayudar a los alumnos a descansar de la pantalla es facilitar recreos activos. Cuando la atención decae, podemos hacer una breve pausa activa para que se muevan. Esta actividad logrará que el cerebro se oxigene y los chicos puedan volver a involucrarse con más energía.

Transferir el horario regular de una clase presencial a la virtualidad no es viable. Una hora de clase presencial no equivale a una hora de clase virtual, por lo tanto no debemos replicar lo que se haría naturalmente en una clase presencial. El docente, en la clase presencial, no está enseñando todo el tiempo. En el aula, además del momento de exposición de un tema, hay actividades individuales, en pares, grupales, hay transiciones entre actividad y actividad, hay otros tipos de actividades enfocadas a la convivencia, al desarrollo de habilidades socio-emocionales, hay colaboración entre los alumnos, hay un intercambio constante entre el docente y los alumnos, hay movimiento, y tenemos recreos, indispensables para soltar la presión, socializar, movernos, y jugar.

Por eso, desde la escuela, se deben evaluar los costos y beneficios de exponer a los chicos a muchas horas de pantalla…

Exponer a los alumnos a más horas, más que ayudarlos a aprender, los aleja del aprendizaje, generando apatía, agotamiento y dolores físicos...

Lo sincrónico y lo asincrónico

Las clases virtuales tienen dos componentes importantes: la modalidad sincrónica y la asincrónica.

La modalidad sincrónica es muy parecida a lo que ocurre en el aula, es decir hay una instrucción bidireccional en tiempo real. Se puede lograr a través de plataformas de videoconferencias. La modalidad asincrónica, por otro lado, permite que el alumno vaya a su propio ritmo, interactuando de manera intermitente con el docente. Puede estar viendo un video en un momento en el que le quede cómodo.

Debemos buscar un equilibrio entre clases virtuales, seguidas de actividades como ver un video, y actividades complementarias ya sea para aprender, automatizar un contenido, investigar, trabajar en grupos, etc…

Un alumno agotado no puede aprender. Tal vez, debamos volver al mismo dilema de siempre, y es qué busca la escuela; ¿que aprueben o que aprendan?

Laura Lewin es capacitadora, autora y consultora en temas de gestión educativa, neuroeducación.

Leer la nota completa en Infofae «Usos y abusos de las clases por videoconfrencia»

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Día de Internet Segura 2021

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El Día de Internet Segura, “Safer Internet Day” es un evento promovido por la red INSAFE/INHOPE con el apoyo de la Comisión Europea, que se celebra cada mes de febrero con el objetivo de promover un uso seguro y positivo de las tecnologías digitales, especialmente entre niños y jóvenes. El SID se celebra el segundo día de la segunda semana del segundo mes del año y reúne a millones de personas de todo el mundo para impulsar cambios positivos y concienciar acerca de la seguridad en Internet, organizando distintos eventos y actividades.

https://www.is4k.es/programas/dia-de-internet-segura

Este día no solo pretende la creación de una Internet más segura, sino una Internet mejor, para convertirla en un espacio en el que todos hagamos uso de la tecnología de manera responsable, respetuosa, crítica y creativa. El SID se dirige a niños y jóvenes, padres y tutores, profesores, educadores y trabajadores sociales, así como a las empresas y responsables políticos, animándoles a participar de forma activa en la creación de una Internet mejor.

Este año se celebrará los días 9 y 10 de febrero bajo el lema: «Una Internet mejor comienza contigo: más conectados, más seguros».

Con un enfoque global y comunitario, todos podemos contribuir a una Internet más segura:

Los niños y jóvenes pueden ayudar en la creación de una Internet mejor siendo respetuosos con los demás, protegiendo su reputación y la de los demás en la Red y buscando oportunidades positivas para crear, participar y compartir a través de Internet.

Los padres y tutores desempeñan un papel fundamental a la hora de motivar e inculcar a sus hijos un uso responsable, respetuoso, crítico y creativo de la tecnología, bien sea estableciendo un diálogo abierto con sus hijos, educándolos en un uso seguro y positivo de la tecnología, o actuando como referentes de comportamiento digital.

Los profesores, educadores y trabajadores sociales pueden contribuir a la creación de una Internet mejor capacitando a sus alumnos y estudiantes con competencias informáticas y ayudándolos a desarrollar habilidades que fomenten el pensamiento crítico, lo que les permitirá navegar mejor por Internet. Pueden animarlos a crear su propio contenido, tomar decisiones positivas en Internet y servir como ejemplo personal de comportamiento en la red a sus alumnos y estudiantes.

Las empresas pueden colaborar en la creación de una Internet mejor creando contenido positivo y promoviendo servicios seguros en la red. Además, pueden fomentar que los usuarios sean capaces de hacer frente a los problemas que encuentren proporcionando consejos sobre el uso seguro de Internet, una variedad de herramientas de seguridad que resulten fáciles de usar y un acceso rápido a ayuda en caso de que algo no vaya bien.

Los responsables y dirigentes políticos deben proporcionar un entorno en el que todos los colectivos anteriores puedan trabajar y progresar, por ejemplo, asegurando que los planes educativos incluyan formación en materia de seguridad en Internet, que los padres y tutores puedan tener acceso a información adecuada y fuentes de apoyo, o asegurando que las empresas se comprometan a la autorregulación de sus contenidos y servicios. Asimismo, deben tomar la iniciativa en el gobierno y en la legislación y garantizar la seguridad y el bienestar de niños y jóvenes mediante la creación de estrategias reales de protección infantil en Internet.

Todos somos responsables de marcar la diferencia en Internet. Podemos contribuir a la creación de un espacio positivo comportándonos de manera respetuosa con los demás y buscando oportunidades positivas que nos permitan crear y conectar. Frente al contenido negativo, inapropiado o ilegal, todos podemos reaccionar y denunciar.

Para Regístrate en el Día de Internet Segura 2021

Para consultar el programa de actividades, charlas y talleres que tendrán lugar los días 9 y 10 de febrero de 2021.

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Vacaciones. Consejos para evitar estafas en las Apps.

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Con la llegada de las vacaciones circulan muchas ofertas y promociones de hospedajes y viajes, es fundamental tomar algunas precauciones para evitar caer en las redes de los ciberdelincuentes.

Para encontrar oportunidades y reservas seguras, las apps de Facebook ofrecen una serie de consejos y recomendaciones para que los usuarios puedan identificar qué publicaciones y anuncios son confiables. En este sentido, cabe recordar que existen herramientas útiles para usar en caso de que existan dudas sobre anuncios, perfiles o páginas.

Foto: Reuters

El Centro de Ayuda, tanto de Facebook como de Instagram ofrecen consejos para identificar actividades inapropiadas en la plataforma y cómo responder ante ellas. Aquí, algunas medidas de precaución para tener en cuenta:

-Las Páginas de Facebook o los perfiles comerciales de Instagram que representan a grandes empresas, organizaciones o figuras públicas suelen estar verificados y llevan un sello azul después del nombre.

-En el caso de las pequeñas y medianas empresas es posible que no cuenten con la insignia azul y eso no quiere decir que necesariamente se trate de sitios falsos. En esos casos hay que hacer un poco de investigación y evaluar los comentarios que hay en las publicaciones, así como la fecha de creación de la página o el perfil comercial.

-A su vez, en el perfil de la empresa, se puede ingresar a los tres puntos de la parte superior derecha y elegir la opción “Información sobre esta cuenta” para conocer más.

-Es importante tener cuidado con las cuentas o personas que direccionan a un sitio externo o que exigen acciones o dinero para obtener un premio u ofrecer una promoción. Siempre se debe verificar si la URL externa parece legítima y que, por ejemplo no tengan errores ortográficos.

-Hay que tener cuidado con las ofertas de productos y servicios con precios muy por debajo de los precios de mercado y de anunciantes que requieren que el pago se realice de una única forma, por ejemplo transacciones online.

-Nunca se debe compartir contraseñas ni número de celular con terceros. Tampoco se deben compartir datos bancarios con códigos de seguridad ni los códigos de verificación para acceder a esas u otras aplicaciones.

Cómo evitar estafas en Instagram y WhatsApp

Cuando se sufre un intento de robo es conveniente reportar la cuenta presionando en el botón «Reportar» que figura al pie del mensaje

Es importante remarcar que si el usuario percibe alguna situación sospechosa que pueda ser una estafa, no debe responder directamente. En este sentido se sugiere hacer la denuncia que se anónima y el perfil denunciado no sabrá quién hizo el reclamo.

Por lo general, las estafas se producen cuando personas crean cuentas falsas o hackean las de usuarios a la que uno sigue.

Hay que estar atento a lo siguiente:

-Personas que pidan dinero o tarjetas de regalo para recibir préstamos, premios u otras ganancias; bien que soliciten algún depósito para ayudar a encontrar un empleo.

-Personas que afirmen formar parte del equipo de seguridad de Instagram y que pidan información de la cuenta

-Personas que afirmen tener amigos o familiares que se encuentran en una situación de emergencia.

-Personas que representen su ubicación de forma engañosa.

-Mensajes que provengan de un amigo o una empresa en los que se pida hacer clic en un enlace sospechoso.

-Mensajes o publicaciones con faltas de ortografía o errores gramaticales.

Por su parte, WhatsApp ofrece herramientas para que sus usuarios se protejan. Siempre que se inicia una conversación con un número desconocido, el usuario tiene la opción de reportar y/o bloquear ese contacto directamente en el chat.

Además, se recomienda habilitar la verificación en dos pasos, que actúa como una capa adicional de seguridad para las cuentas. Esta función permite el registro de un correo electrónico y un PIN de seis dígitos que se solicita periódicamente al usuario y que, además, es necesario para confirmar el número en WhatsApp. Este PIN, así como el código de verificación enviado por SMS, no debe compartirse con otras personas, ni siquiera con amigos cercanos o familiares.

Fuente: Infobae Consejos para evitar estafas y fraudes en las apps de Facebook

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Cómo mantener el «bienestar digital» de los chicos durante la pandemia.

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La pregunta que muchos padres se hacen este año, es cómo gestionar el tiempo que pasan sus hijos con la tecnología.

Sabiendo que el mundo virtual tiene sus cosas buenas, como desarrollar capacidades informáticas y socializar con los amigos, el tema es cómo establecer límites al uso del celular y la computadora.

«Nuestra investigación pasada nos ha demostrado que lo que importa no son las horas que se pasan frente a la pantalla, sino por qué estás mirando esa pantalla». señala Michael Rich, fundador y director del Center on Media and Child Health del Boston Children’s Hospital.

El uso de las redes se vuelve insano cuando empieza a remplazar cosas como la actividad física, pasar tiempo con amigos y familiares, y dormir. » explica Rich, que contribuyó a la producción de una guía de bienestar digital para las familias.

Un espacio de trabajo ergonómico y sin distracciones

Cada vez más niños sufren las consecuencias físicas de dedicar más tiempo a las pantallas, como fatiga ocular, dolor de espalda y de cuello, cefaleas y túnel carpiano. Esto se debe a que a menudo permanecen en posiciones estáticas con mala postura y miran fijamente a las pantallas sin pestañear durante periodos prolongados.

Se recomienda tener un espacio para el aprendizaje virtual en una zona con poco tráfico. Si varias personas trabajan en el mismo espacio, trata de utilizar cartón para crear barreras físicas entre ellas. Poner en marcha un sistema de colores para establecer límites: una tarjeta verde significa que puedes pasar, amarilla significa pasa pero no hagas ruido y rojo significa no me distraigas.

El espacio de trabajo debe estar bien iluminado y los niños deben contar con una superficie plana para trabajar. Utilizar una mesa y una silla adecuadas al tamaño del niño puede ayudar a la buena postura o se puede adaptar las sillas para adultos poniendo un taburete para que apoyen los pies y almohadones como apoyo lumbar.

Al colocar las pantallas, sentar al niño y que coloque la espalda en el respaldo, y poner el dispositivo a un brazo de distancia (con el puño cerrado) y un poquito por debajo de la altura de los ojos. Las pantallas más pequeñas, como las de las tablets y los móviles, pueden ser peores para los ojos, así que conectar una pantalla más grande puede ayudar.

Y hacer pausas frecuentes…

La fatiga de las videollamadas

Además de los síntomas físicos, el tiempo que pasamos frente a las pantallas puede pasar factura mental y emocional. «Contamos con datos que sugieren que estar en Zoom es más agotador que las interacciones cara a cara», afirma Christine Elgersma.

Padres y profesores aún están aprendiendo a afrontar estos retos. Aunque ver y establecer contacto visual con sus profesores y compañeros es lo ideal, Elgersma cree que no debería obligarse a los niños a encender las cámaras. Desde el punto de vista de la igualdad, dice que puede que compartan el espacio de trabajo o no quieran que sus compañeros vean sus casas, y añade que ver sus propias caras durante las videollamadas puede añadir la presión del autoexamen, sobre todo en adolescentes. Si un niño se siente incómodo en las videoconferencias, Elgersma recomienda que sus padres hablen directamente con su profesor…

Administrar el uso de tecnologías después del colegio

Ayudar a los niños a gestionar los deberes, el sueño, el ejercicio físico y la vida social fijando unos horarios. Esto también incluye establecer límites para el tiempo que pasan mirando pantallas cuando están ociosos. Recordar que la calidad es más importante que la cantidad. Puede que los niños que están separados de sus amigos durante la pandemia necesiten más tiempo para videollamadas o quieran ver más vídeos tutoriales para remplazar las actividades extracurriculares.

Poner horas exactas para que los niños dejen los dispositivos. La luz azul puede interrumpir nuestros ritmos circadianos normales y alterar las horas a las que nos dormimos y nos despertamos. Rich recomienda establecer una hora habitual para irse a la cama y que apaguen las pantallas una hora antes, y dejar los dispositivos cargando fuera de las habitaciones de los niños.

También es importante que los padres sean un modelo de conducta sana…

Pide ayuda si la necesitas

Aunque es normal que los niños pasen más tiempo con sus dispositivos, el uso excesivo de las redes sociales puede afectar negativamente su salud física y mental.

Si tu hijo está alejándose de sus amigos, no quiere dejar de jugar a videojuegos para pasar tiempo en familia o se queda despierto toda la noche y no se despierta en hora para ir a clase, estas pueden ser señales de que están atrapados en los espacios digitales.

Si el uso de redes sociales interfiere con las actividades cotidianas de un niño, los padres deberían hablar con su pediatra o con un terapeuta.

Leer la nota completa AQUI

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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Tecnología y educación. Pensando en mejorar.

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Tecnología y educación: qué hace falta cambiar para mejorar

Con el viraje brusco hacia la virtualidad que transformó obligadamente el devenir diario de la educación en la Argentina y en todo el mundo, vale la pena explorar cuál había sido el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en el ámbito escolar antes de la llegada del Covid-19.

Si bien la escuela ha ido incorporando el uso de tecnología e internet tanto a la currícula como a las aulas, lo ha hecho muy tímidamente y a una velocidad que no se condice con la velocidad, pero sobre todo con la penetración, que la tecnología y las innovaciones tienen en la sociedad, sobre todo en los niños y adolescentes.

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Los últimos datos disponibles que nos permiten analizar cuál había sido el uso de la computadora en la escuela, provienen del operativo Aprender, en el que se les consultaba a los estudiantes sobre el lugar y la frecuencia de uso de las TIC. Los resultados no son muy alentadores. El sistema educativo presenta una primera diferenciación, que tiene que ver con el ámbito donde mayormente se utilizan las TIC. La experiencia del sector estatal se basa en el uso de las TIC en el aula (por los planes que buscaron darle una computadora a cada estudiante); en el sector privado predomina el uso en laboratorios de informática.

Un análisis de esta información, revela que el uso frecuente de las TIC no se asocia a mejores logros educativos ni en matemática ni en lengua…

…Estos resultados (y los siguientes) se verifican aislando los efectos que puedan venir por variables como el género del estudiante, el nivel socioeconómico (NSE), el ámbito urbano o rural, la jurisdicción, la tenencia de computadora en la casa, y características del estudiante, como su trayectoria escolar y su autoconcepto respecto de las materias.

Más allá del método (aula o laboratorio) y la frecuencia de uso, importan también cuáles son las actividades propuestas para el uso de la tecnología, y si colaboran en los aprendizajes, dado que la incorporación de TIC se realiza no solo para renovar y «aggiornar» las actividades escolares, sino por la posibilidad que ofrecen de incorporar metodologías innovadoras y más atractivas, significativas y afines a los intereses de los estudiantes…

…Según Hattie and Yates (2013), los mejores resultados se obtienen cuando se incorpora la tecnología para extender el tiempo de práctica, profundizar los conocimientos, darle al estudiante la posibilidad de seguir su ritmo, y cuando se la usa como herramienta de aprendizaje colaborativo, característica que cobra relevancia en este contexto.

…¿Hay experiencias exitosas? La respuesta es sí. Uno de los últimos documentos del departamento de educación del BID (2020), que repasa y analiza las prácticas de países como Uruguay, Finlandia o Corea del Sur, exitosos en la introducción de la tecnología en la educación, destaca que los mismos fueron guiados por una reforma integral del sistema educativo, dentro de la cual la incorporación de la tecnología se sumaba a nuevas formas de aprendizaje y enseñanza, y a la capacitación continua de los maestros y profesores.

Los resultados observados con respecto a cómo estaba planteada la educación para el uso de la tecnología en el país, indican que se necesita una vuelta de tuerca, un nuevo enfoque que colabore fehacientemente en la adquisición de las capacidades necesarias para el mundo del siglo XXI. Para apropiarse de las ventajas que incluyen las TIC, son necesarias tanto las capacidades que otorga la educación regular como el de desarrollo de las habilidades tecnológicas.

Achicar las desigualdades en la educación sigue siendo, sin embargo, un primer paso indispensable para la inclusión digital en toda su dimensión. Las prácticas que consiguen unir los buenos logros educativos con la incorporación de la tecnología al proceso de enseñanza y aprendizaje, tienen varios puntos en común: la renovación pedagógica integral, la capacitación y formación de los maestros, objetivos claros a alcanzar con el uso de la tecnología y procesos de seguimiento y evaluación continua basada en la evidencia, que permitan monitorear que los objetivos de aprendizajes se están alcanzando.

Leer la nota de Ivana Templado en La Nación

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Los ‘zoomers’. ¿Una nueva generación?

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Nace una nueva generación: los ‘zoomers’

La pandemia ha igualado a todos en el uso de la tecnología, con la videollamada en cabeza.

Después de los millennials llegó la generación Z, y la siguiente ya se empezaba a conocer como Touch, la que engloba a los nacidos desde 2010 hasta la actualidad, en alusión al colectivo de niños que se comunican desde pequeños a través de una pantalla táctil. Sin embargo, la pandemia ha trastocado todo esto, porque en medio del caos y del confinamiento ha surgido un nuevo colectivo, que puede denominarse la generación Zoom, esto es, toda la población que ha tenido que echar mano de este tipo de plataformas tecnológicas para poder comunicarse, y sobre todo para poder verse en la distancia.

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“El Covid-19 reventó el tablero de las adivinanzas, sobre todo cuando se estaba tratando de definir a la nueva generación, y esta ha surgido en la pandemia”, apunta Iñaki Ortega, director de Deusto Business School (DBS) en Madrid, y autor, entre otros, de libros como Generación Z o Millennials: inventa tu futuro. Para este experto en análisis del comportamiento de los distintos grupos de la población, los zoomers, al igual que el fenómeno de Zoom, pueden ser considerados un símbolo de lo que ha pasado en este 2020, en el que “todos hemos tenido que digitalizarnos a la fuerza, los abuelos, los directivos, profesores, todos hemos tenido que echar mano de herramientas tecnológicas para poder comunicarnos profesional y personalmente”. Esto ha sido un movimiento, afirma, “transversal y cross, porque afecta a todos, y podemos decir que todos somos zoomers”…

…la profesora de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid y miembro del grupo de investigación Sociología Ordinaria, Amparo Lasén, cree que “nadie ha nacido sabiendo, incluso los nativos digitales han tenido que pasar por un aprendizaje, y han tenido problemas para llevar a cabo un aprendizaje con las nuevas tecnologías”. A pesar de que la tecnología ya estaba instaurada en las empresas, con la pandemia ha estallado. “Este tipo de aplicaciones eran poco usadas y ahora las hemos tenido que incorporar, por ejemplo, en reuniones de departamento, en clases, en investigación, y hemos aprendido del ensayo y el error. Y en la universidad vamos a tener que seguir usándolo porque el modelo de clases es semipresencial. Todo un desafío, ya que combinamos la presencialidad con el streaming al mismo tiempo”, detalla Lasén, que hace hincapié en que cuando acabe toda esta situación de emergencia el uso de las videollamadas continuará. “Se pueden mantener reuniones sin tener que desplazarse, pero puede haber otros problemas, como es el hecho de derivar reuniones a una infraestructura privada que no se acaba de controlar”. Aquí se corre el peligro, advierte la socióloga, de que exista una colonización del tiempo, pero a la vez observa otras ventajas, como es el ahorro en desplazamientos. “Se va a quedar en nuestras interacciones cotidianas, antes era el teléfono, ahora la videollamada. Nos ha venido impuesto, hay usos que no se pueden rechazar”, señala Lasén.

…Abrazar este tipo de herramientas ya no es una opción, se ha convertido en esencial. “Al final, todo esto es positivo porque se genera un modelo de trabajo más flexible, con un componente humano que permite un mayor control sobre nuestras vidas”, explica Sergio García, director de estrategia de PS21, agencia de transformación creativa, que reflexiona también sobre la necesidad de que el teletrabajo no sustituya al cien por cien el contacto personal…

A golpe de pandemia, la mayoría de la población se ha convertido en nativa digital, y el impacto que tiene esto es significativo. “Ha sido imprevisto, las organizaciones no estaban preparadas y esto se ha generalizado y es algo que puede generar dinámicas productivas interesantes”, observa Luis Díaz, responsable de talento y organización en Accenture, quien cree que con la regulación del teletrabajo se requerirá de una nueva disciplina, para la que las organizaciones no estaban preparadas…

Fuente: Cinco días

Para leer la nota completa haga clic aquí

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Buscando el bienestar digital de las personas

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Hoy, en el mundo, se está repensando la relación de las personas con las tecnologías y su incidencia en la calidad de vida.

Con dos décadas conectados y con Internet avanzando en los aspectos más diversos de nuestra vida, la incidencia de su impacto en nuestra salud y costumbres es el centro de un cuerpo creciente de investigaciones que advierten sobre la necesidad de reflexionar y generar un entorno más sano e intencional en esa conectividad. Lo que se busca es una tecnología más humana con foco en el bienestar digital de las personas.

Los mismos usuarios se encuentran muchas veces atrapados en un uso que, advierten, puede ser nocivo, pero que no saben cómo modificar el cuidado de datos personales, consumo y difusión de información falsa, uso excesivo de redes sociales, conexión permanente y ansiedad son algunos de los temas que saltan del mundo digital con un impacto real en nuestra calidad de vida y relaciones.

Hombre cansado atractivo en caer de la cama dormido mientras que usa el teléfono móvil todavía que sostiene el celular en su mano

Según Tristan Harris, lo que estamos viviendo es una cacofonía de tecnologías extractivas que generan una degradación humana, y es ahora el momento de refundar la manera en la que mediamos con ellas, a través de la modificación de su diseño. «Necesitamos ser profundamente sofisticados, no solo con la tecnología, sino también con la naturaleza humana y las formas en que uno impacta al otro. Los tecnólogos deben abordar la innovación y el diseño con la conciencia de proteger las formas en que somos manipulados; necesitamos más atención sobre lo que protege y cura la naturaleza humana y los sistemas sociales», dice. Desde su centro, ofrecen una guía de diseño de productos gratuita para explorar y evaluar cómo la tecnología nos afecta a nivel individual, relacional y social.

«Reconocer esta manipulación y nuestros sesgos es el primer paso. El uso del móvil difiere de otras tecnologías anteriores, porque ahora es la primera vez que lo tenemos con nosotros todo el tiempo y a toda hora; el consumo es personal, la oferta de contenidos es ilimitada y además es multifunción», dice Santiago Bilinkis. «Estamos dentro de un sonambulismo tecnológico que, a través de filtros, distorsiona la realidad y genera ansiedad. Para los padres es un nuevo terreno en el cual guiar a nuestros hijos, donde ellos son nativos y nosotros, a veces, estamos tan empantanados como ellos. Reconocerlo y traerlo a la conversación familiar es parte de la solución», dice.

La empresa de Zuckerberg está al tanto, y en el primer semestre de este año presentó una serie de propuestas en su marco de bienestar digital.

Facebook está evaluando hacer lo mismo en su plataforma, y también este año dio a conocer un paquete de funcionalidades para darle al usuario mayor poder sobre su información y la que consume.

También desde Google están abordando el tema desde su motor de búsqueda y desde Android, el sistema operativo más usado por los argentinos. En las últimas semanas anunciaron nuevas funcionalidades.

Family Link (para el control parental) ofrece a través de funcionalidades que permiten configurar aplicaciones, el contenido y el tiempo en pantalla, los padres pueden definir pautas digitales para sus hijos. Tanto la calidad como la cantidad de tiempo que los chicos están conectados es un tema que se está estudiando desde la comunidad médica.

Mariela Reinman, directora de la ONG Chicos.net explica que el tiempo de pantallas no es malo o bueno en sí mismo. Además, no hay una oposición radical entre lo digital y lo físico. Todo se está mezclando, chicos y jóvenes usan las redes para encontrarse en el mundo físico y viceversa. «Más que limitar cuantitativamente, deberíamos prestar atención al tipo de actividad que realizan chicas y chicos, promoviendo aquellas más creativas y desplazando el consumo pasivo por el uso activo: utilizar dispositivos para diseñar arte digital, música, editar videos, crear historias, programar, entre muchas otras propuestas».

La regulación es uno de los componentes indispensables, pero no suficientes para la construcción de una interacción más saludable con la tecnología.

La virtualidad no es tal, lo virtual es real en lo digital. La ansiedad
que genera en un chico es real

Sebastián Bortnik, experto en seguridad informática

Concientizar sobre que lo digital es real es una de las principales preocupaciones para Sebastián Bortnik, experto en seguridad informática y uno de los fundadores de la ONG Argentina Cibersegura, que ha recorrido infinidad de escuelas los últimos 10 años para crear conciencia sobre temas de bienestar digital. «Cualquier padre podría decir que quiere que su hijo crezca sano y seguro, por lo que se trata de pensar el paralelismo también con el uso de las tecnologías. Nos preocupan las amenazas de la vida real, como la seguridad en la calle y que los hijos coman sano, pero todo esto debe ser trasversal a la vida digital», dice Según Bortnik, uno de los principales mitos que alejan a los adultos de procurar un uso adecuado es lo que escucha de muchos padres: «Mi hijo la tiene mucho más clara que yo», lo que genera una falsa sensación de sanidad y seguridad que dista mucho de plasmarse en el uso que hacen los chicos. Pero es peligroso creer que no hay que hacer crianza en concientización. «Por otra parte, la virtualidad no es tal, lo virtual es real en lo digital. La ansiedad que genera en un chico es real y con la idea de lo virtual nos comportamos como si eso no existiera. Los chicos aprenden a partir del ejemplo y el diálogo», describe Bortnik.

Para abordar el bienestar digital a través de voces que resulten atractivas para los adolescentes, Unicef y el gobierno de la provincia de Buenos Aires lanzaron el concurso Rap Digital, en el que se invita a los adolescentes a reflexionar sobre su rol en cuidar la huella digital.

Unicef también publicó una guía de sensibilización sobre convivencia digital y otra llamada Chic@s conectados, para entender sus hábitos de conexión.

Para Ezequiel Passeron, director de la ONG Faro Digital, existe un uso abusivo de las pantallas digitales y es necesario tomar decisiones normativas para poder regular el diseño de estas aplicaciones en pos de los derechos de las personas.

Desde Faro Digital trabajan en el uso responsable y reflexivo de las tecnologías digitales, tanto en los talleres con jóvenes como en las capacitaciones con adultos en general (familias y docentes). El objetivo es dar información y herramientas para que las personas puedan ser conscientes en la utilización de las plataformas digitales y romper la naturalización con la que se suelen usar estos dispositivos.

El bienestar digital está hoy en boca de todos los actores del ecosistema de Internet y su construcción será el resultado de los esfuerzos de cada uno: empresas que deben ser transparentes y diseñar sus productos de manera responsable, gobiernos que deben velar por el desarrollo de este ecosistema y proponer políticas que acompañen en la era digital, ONG que controlen y evangelicen sobre una conexión sana y usuarios que hagan un uso más reflexivo, intencional y responsable. En la suma de todos esos esfuerzos es posible que nazca una tecnología más humana.

Fuente: diario La Nación

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Sexting. Guía didáctica

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Esta guía fue elaborada por Fundación Lúminis como un aporte al Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esta institución colaboró con observaciones pedagógicas para su elaboración, como así también  se contó con el apoyo de UNICEF y de la compañia Talk2U.

El propósito de la guía es brindar orientaciones pedagógicas y actividades concretas sobre una problemática contemporánea y compleja que involucra tanto a adolescentes como a adultos: la pornovenganza.

Entre las actividades propuestas en la guía se incluye la exploración de la experiencia interactiva que propone el Proyecto Íntimos, realizado por UNICEF y la compañía Talk2U.

Los destinatarios de la guía son docentes de formación docente y de educación secundaria.

El sentido de este trabajo es contribuir a la formación ética y ciudadana, haciendo eje en prácticas recomendables para la construcción y el ejercicio de una ciudadanía digital responsable, segura y solidaria.

Muchacha de calle sexting

La guía en formato PDF: Guía didáctica sobre sexting pornovenganza y el Proyecto Íntimos

Propone Actividad para trabajar entre docentes y Actividades para trabajar con alumnos/as de Secundaria.

En ella, podrán encontrar una guía Sexting que es una Guía práctica para adultos elaborada por el programa Con vos en la web del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos se presentan cuatro situaciones que pueden ser las más habituales para dar a origen los riesgos del sexting.

También un listado elaborado por la ONG Argentina cibersegura sobre los principales riesgos respecto la difusión de imágenes íntimas en la web.

  • Daños a la imagen, pérdida de intimidad y de privacidad
  • Extorsiones/sextorsión, chantaje
  • Acoso/ciberacoso o ciberbullying
  • Delitos como pornografía infantil

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