Contrariamente a lo que se podría pensar, los menores usan el smartphone para muchas cosas alejadas de la utilidad con la que suele justificarse su posesión: llamar en caso de necesidad. Apenas uno de cada tres niños suelen recibir llamadas, o dos de cada tres las realizan. Sin embargo, tres de cada cuatro envían SMS’s y usan WhatsApp para hablar con sus amigos.
Otros usos del smartphone de utilización masiva son hacer fotos y vídeos, escuchar música, usarlo como despertador, utilizarlo para jugar a videojuegos, navegar por la red, etc. Por tanto, el teléfono celular o smartphone es algo más que un aparato destinado a la comunicación, actualmente todos, incluidos los niños también lo usan para la creación (fotografías, vídeos) y para el ocio.
Antes de regalar un smartphone a los niños, conviene crear una cultura de uso del smartphone, un protocolo y, en educación, los padres debemos ir por delante, dando ejemplo y estableciendo una serie de pautas y criterios de cómo educar para un uso responsable.
– El smartphone debería estar apagado, no sólo silenciado y con el modo de vibración activado, sino completamente desconectado en algunos lugares como en el colegio, en el cine, en la iglesia, en una reunión… Y siempre, por la noche, cuando el menor debe estar durmiendo sin que nada ni nadie perturbe sus sueños. En este sentido, conviene apuntar que dos de cada tres menores recibe o envía mensajes o llamadas cuando ya está en la cama.
– Evitar responder a una llamada mientras se habla con otra persona. En general, no se debe responder y si se hace, se debe preguntar a la persona con la que estamos, pues podemos estar esperando una llamada. Si no es urgente, al contestar es mejor decir: «Te llamo luego» y se piden disculpas a la persona con la que estábamos hablando.
– Hablar en lugares públicos es de mal gusto, con todo el mundo escuchando lo se dice, sobre todo si son cosas muy personales. Hay que retirarse a un lugar más reservado y hablar bajito. A nadie le interesa lo que se dice y a nadie se debe molestar con estas llamadas.
Pautas para enseñar a usar el smartphone a los niños
1. Antes de comprarle un móvil a su hijo, piense si lo requiere a todas horas o sólo en algunas ocasiones. Realizar una lista de esas situaciones en las que sí sería conveniente que su hijo dispusiera del smartphone. No es mala idea, consensuar esta lista con el propio niño.
2. Eligir el tipo de teléfono para cubrir esas necesidades. Si es para comunicarnos con él en ciertos momentos, quizá baste con un modelo básico, que se usa los días en que se precise, por lo que no debemos facilitarle uno de gama alta, con todo tipo de tecnología incluida.
3. El móvil debe usarse en momentos concretos, cuando realmente sea imprescindible. El aparato debe ser adecuado a la edad y las necesidades de uso.
4. Es importante fomentar el binomio responsabilidad-privilegio. En este sentido, el gasto del celular lo debe sufragar el niño, o el smartphone se usará mientras se haga buen uso de él.
5. Establecer normas para educar su uso. A medida que los hijos crecen, estas normas van cambiando, pues ellos van adquiriendo independencia y libertad en su actuar.
6. Decide una edad igual para todos los hijos en la que se puede tener el celular. Por supuesto, debemos esperar a los Reyes o al cumpleaños, no regalarlo sin justificación alguna. Así, cuando el hijo en su «profesión» de pedir insista en que «necesita ya» el celular, nosotros le recordaremos que no ha llegado la edad establecida en nuestra familia.
Fuente: hacerfamilia.com
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